POV: Aslin Ventura
El silencio era lo único que quedaba. Mi cuerpo dolía, el alma me pesaba, y las cadenas ya no eran lo único que me mantenía atrapada. Era él. Era su sombra. Su poder.
Alexander se quedó en silencio un momento, observándome, como si estuviera decidiendo qué hacer conmigo. Luego, sin decir palabra, sacó una llave del bolsillo y se acercó.
El sonido del metal al abrir las cerraduras fue lo único que escuché antes de que mis brazos cayeran con un golpe sordo a los costados. Me tambaleé, débil. Pero él me sostuvo. Como si tuviera derecho.
—Ven conmigo —murmuró.
No respondí. No tenía fuerzas para gritar ni para huir. Solo asentí con la cabeza, como una muñeca rota, y dejé que me guiara.
Subimos escaleras. Pasillos largos. Y al final, su habitación.
Era cálida. Amplia. Tenía una cama enorme, ventanas cerradas y olor a madera . Pero Nada de eso importaba. Porque yo seguía rota por dentro.
—Siéntate —ordenó.
Me senté al borde de la cama, temblando. Mis manos se aferraban a l