POV: Aslin Ventura
—No… no puede ser tú —susurré, retrocediendo un paso, luego otro—. ¡Tú no podías atraparme otra vez! ¡No!
Mi respiración se volvió un jadeo entrecortado, y sin pensarlo más, giré sobre mis talones y corrí. Corrí con todas mis fuerzas, el corazón palpitando con fuerza en mi pecho, las lágrimas enturbiándome la vista. Tenía que huir. Tenía que volver con mis hijos. Con Carttal. ¡Tenía que escapar!
Pero no llegué lejos.
Unos pasos pesados retumbaron detrás de mí, y antes de cruzar el umbral del portón, una mano fuerte me sujetó con violencia del brazo.
—¡Tú no vas a ningún lado, zorra! —rugió su voz, tan rabiosa que me heló la sangre—. ¡Estoy bien encabronado, y me las vas a pagar, Aslin! ¡No tienes escapatoria!
Su rostro estaba desfigurado por la ira. Me agarró del cabello, tirando de él hacia atrás con tanta fuerza que solté un grito.
—¿Así que estabas muy feliz corriendo a los brazos de ese maldito? —escupió cerca de mi cara—. ¿Otra vez me volviste a ver la cara de