POV : Aslin Ventura
No podía dejar de mirarla. Cinthia avanzaba hacia nosotros con esa sonrisa fría que siempre lograba encender una llama de ira en mi interior. Cada paso que daba con sus tacones resonaba como un martillo en mi pecho, y yo sentía cómo la rabia empezaba a hervir por debajo de mi piel. Mis manos temblaban, no solo por el miedo que todavía me recorría desde que supe que Carttal estaba herido, sino también por la provocación que emanaba de esa mujer.
—¿Qué… qué haces aquí? —pregunté, intentando que mi voz no temblara, aunque sabía que fracasaba miserablemente.
Cinthia se detuvo unos metros delante de mí, cruzando los brazos con aire despreocupado. Su sonrisa se ensanchó cuando me miró, y sentí que el mundo entero desaparecía a su alrededor, dejándome atrapada solo con su arrogancia.
—Aslin… siempre tan dramática —dijo, con esa voz cantarina que parecía burlarse de cada emoción que yo sentía—. ¿De verdad crees que puedes llegar y reclamar tu lugar? ¿No recuerdas que yo e