POV: Aslin Ventura
Esa mañana, después de dejar a los niños en la escuela, algo no se sintió bien.
El aire parecía más pesado, y por más que intenté ignorar esa sensación en el pecho, no desapareció. Caminé por el frente de la mansión en silencio, esperando escuchar el ruido del auto de Carttal alejándose, pero no… la casa estaba demasiado quieta.
Decidí entrar a la casa y subir a nuestra habitación . Me detuve frente a la puerta y fruncí el ceño.
Él no se había ido.
Eso me desconcertó de inmediato.
Carttal siempre era el primero en salir, siempre estaba puntual en sus horarios, siempre firme en su rutina. Algo no encajaba.
Empujé la puerta despacio y lo vi de espaldas, de pie frente a la ventana, con las manos en los bolsillos y la mirada fija en algún punto perdido del jardín. Tenía los hombros tensos, el cuello rígido, como si algo lo estuviera reteniendo por dentro.
—¿Carttal? —murmuré, dando un par de pasos hacia él—. ¿No deberías estar en la empresa?
Él se giró al escucharme. S