Mundo ficciónIniciar sesiónEl beso entre ellos fue solo el principio. Como si todos los sentimientos asfixiados finalmente hubieran encontrado una salida, ardiendo, palpitando, exigiendo más. El corazón de Isabella latía bruscamente contra el pecho de Lorenzo, y con cada toque, cada roce de piel, parecía rogarle para que no se detuviera. Fue un reencuentro, una petición de perdón, una promesa. El puente entre todo lo que aún dolía y todo lo que finalmente comenzaba a florecer.
Bajo la luz de la luna, Lorenzo sentía como si cada parte de él fuera llamada a la vida por las manos de Isabella. y ella... ya no tenía miedo. Había dolor allí, sí, había heridas que aún latían, pero también había amor. Un amor bruto, silencioso, obstinado. El tipo que no se elige, solo se entrega.







