BIANCA
No sé cómo llegó tan rápido mi primer mes trabajando aquí. Apenas parpadeo y ya es lunes otra vez, pero esta vez estoy… así: con ropa deportiva, un crop top, una calza cómoda y los pies descalzos sobre una colchoneta en medio del jardín.
Austin duerme su siesta y yo aprovecho el silencio para hacer pilates.
El sol está perfecto, es cálido y abrazador.
La brisa refresca el ambiente.
Y, por un momento, el mundo parece un lugar tranquilo.
Lo necesitaba, después de ciertos roces con Adrián… ese acercamiento… ese casi algo que no quiero analizar demasiado… ya que es algo complicado, es evidente que existe una tensión que cada día crece más y más, pero que ninguno de los quiere admitir, entonces preferimos hacernos los idiotas y fingir que nada ocurre entre ambos.
Necesito liberar tensión, organizar mi cabeza y evitar que mi corazón haga tonterías.
Adrián Jones es un misterio.
Puede ser un hombre insoportablemente gruñón y mandón, pero bajo toda esa coraza… hay algo más. Algo que no