La madre de Sury me habré la puerta, de su casa; luego de yo tocara por casi cinco minutos.
Está sale con los ojos, aguados, me mira con odio, y desprecio, al verla yo no entiendo el porqué de su mirada, hasta que ella dice la peor de las cosas.
─ ¡Asesina! Lárgate de mi casa desgraciada. – Mientas la madre de Sury me insulta, y me da dos bofetadas, no logro entender por me está tratando así.
─ Mi hijo, te amo, tanto. Que ese amor fue una maldición para él, mírate ahora, tú estas aquí y el muerto por tu culpa.
Al oírla dejo de respirar, y siento un frio recorrerme completa, el miedo, se apodera de mi cuerpo y como puedo logro hablar.
─ ¿De qué me habla? Yo, no entiendo, por favor solo vine a saber dónde está Sury. Necesito hablar con él.
Una nueva bofetada cruza mi rostro, y cuando esta por darme otra, veo que su esposo la detiene. Luego me dice.
─ Mi hijo ya no está, y no lo estará nunca más, es increíble que estés aquí, después de todo. Maldigo el día en que te cruzaste en su ca