205. Los que miran (TF)
En uno de los bordes laterales del amplio salón de eventos, Henry observaba la escena con una mezcla de asombro y curiosidad. Se encontraba junto a Hell Haig, la conocida y temida jefa mafiosa. La mujer proyectaba una presencia imponente, con un aura de peligro apenas disimulado y una expresión serena, que no permitía leer demasiado en sus gestos. Junto a ella, Hell, su hija, permanecía en silencio, mirando de manera fija y estudiando cada detalle con ojos atentos y llenos de una inquietante serenidad. La pequeña no hablaba, pero estaba claro que había heredado la misma perspicacia de su madre, pues parecía captar incluso los matices más sutiles de las conversaciones a su alrededor.
Henry, aún impactado por la declaración de Helios y el giro inesperado en la vida de su amigo, miraba a la pareja en el centro del salón. Recordaba, vagamente, la primera vez que Helios le había mencionado a Herseis. Jamás hubiera imaginado que la relación con ella evolucionaría tanto ni que el compromiso