El silencio reinó entre Aitana y Lucas, solo sus miradas decían lo mucho que lo habían disfrutado. Lucas tocó sus labios sin dejar de mirar a Aitana. Qué no supo qué decir y salió corriendo en busca de sus cosas.
Sorprendiendo a Ámbar y Julián, quienes preguntaban qué había pasado y ella no decía nada.
Su cerebro seguía procesando lo que había ocurrido y su cuerpo continuaba temblando. Sus pasos agigantados, con deseo de llegar rápido a su habitación y poder expresar de cualquier manera lo que estaba sintiendo.
Ella se fue y más atrás llegó Lucas con una sonrisa que no se la quitaba a nadie.
Tomando asiento y echando su cuerpo hacia atrás, expresando lo mucho que había disfrutado.
—¿Qué le hiciste? —Interrogó Ámbar.
—Le di su primer beso —respondió Lucas dejando a Ámbar atónita.
Sus palabras sonaron tan tranquilas y llenas de satisfacción.
—¡Qué imbécil eres! —exclamó recibiendo susurros de las demás personas quienes deseaban estar en total silencio.
Ámbar salió molesta en busca de