Capítulo 79: Errores que complican una venganza.
Daisy.
Me sorprendió ver que la puerta de la habitación estaba abierta, imaginé que todo lo había preparado mi modelo, para evitar que yo tocara, entré con cierta duda, sabía a lo que había venido, de hecho, yo lo había solicitado, pero era tan distinto e inasumible por quien me conocía, que hasta yo tenía dudas.
Nada más entrar un mundo de oscuridad intensa, salvo por la luz que desprendías las tenues imitaciones de velas que estaban desperdigadas por el suelo y los muebles del gran salón de la suite.
La luz del pasillo de hotel, que entraba por la puerta, donde ella estaba paralizada era mucho más luminosa que la que desprendía el enorme salón. Entré, cerrando la puerta, mientras seguía el camino claro y definido que dejaba la hilera de velas que me llevaba a la enorme cristalera que llevaba a la terraza de la suite, nada más llegar a la puerta de la terraza, sentí que alguien se colocaba a mi espalda, justo en el momento que una voz ronca, y profunda, me decía al oído.
-” No te