Capítulo114: El corazón de un Miller.
Marcus:
Se puede decir que llegar hasta esa maldita mujer, aunque en tiempo fue rápido, gracias a que mi cuñado Finlay envió dos de sus helicópteros, desde Edimburgo, para mí no fue lo suficientemente, sólo de saber que mi madre, y la mujer que amo, habían estado en peligro, durante unas peligrosas horas, sin que yo pudiera evitarlo, ni protegerlas me daban ganas de golpearme.
De nada me servía saber que ahora se encontraban bien, que segun me había dicho nuestra gente, que mi madre nunca había estado en peligro, más bien había intervenido en ayudar a la desesperante Marilyn. Ni tampoco me servía que, esta última, se habían liberado de sus secuestradores por si sola, simplemente no podía admitirlo porque yo no estaba a su lado, y eso me hacía estar furioso, con ella, con los secuestradores, con el mundo, pero, sobre todo, conmigo mismo.
-” ¿Qué ocurre, hijo? ¿Te encuentras bien?”- la voz de mi padre, me hizo salir de mi estado de auto reproche para mirarlo, mientras el helicóptero