Ya es hora de descansar y Adam con Thomas nos van a indicar las habitaciones que debemos ocupar con mi peque.
-Tengo mucho sueño -Esa es mi hija haciendo cosas de bebé, mientras da un bostezo.
-Ah, yo también -Le secundó Thomas, por lo que me sacaron una carcajada.
-Mis bebitos, ¿quieren que los arrope?
-Shi -chillaron al unísono con Adam.
-¡Papá!
-Ustedes dos sí, tu... ni en tus sueños -respondí secándome las lágrimas que me ha provocado la risa.
-Perdón chicos, los dejo que descansen -Sale Adam como si el diablo lo persiguiera hacia las escaleras. Ambos chicos estaban muertos de la risa.
-Ya, a descansar, pues mañana nos levantaremos temprano a ensayar.
-Yes, Mom.
-Sí, mi generala -respondió Thomas.
-Pues vamos, no se diga más -Tomé al gato y se lo entregué a Alma.
-Alma, ven por favor -Se escucha a Adam desde el segundo piso.
-Si, señor Scott.
-Esta será tu habitación, espero sea de tu agrado.
-Gracias, señor Scott.
-Adam, por favor dime Adam.
-Bueno.