Denise mira por el rabillo del ojo a la esquina por donde había desaparecido Anderson hacía unos minutos. Un señor habla con ella pero es como si las palabras no entrasen por sus oídos.
— ¿Se lo habrá tragado el inodoro? —piensa haciendo caso omiso a su acompañante, y le sonríe cada cierto tiempo para que parezca que le presta atención. Una mano la toma por el antebrazo y la obliga a voltearse de pronto, instintivamente al reconocerlo ella abre la palma y la impacta contra el rostro del chico. El hombre que hablaba se queda mudo y retrocede unos pasos para seguir observando la situación. — ¡Tienes que dejar de golpearme cada vez que nos vemos! —grita Max sosteniéndose el área del impacto. — ¿Por qué? A mí me gusta —responde ella con cinismo cruzando sus brazos frente a su pecho y dándole la espalda. El chico nota que son el centro de atención de la fiesta y, agarrándola por donde antes lo había hecho, la arrastra contra su volun