El intercomunicador del edificio suena y Denisse corre ávida hacia la entrada aun poniéndose unos pendientes con las evillas de los tacones sueltas. Aprieta el botón del micrófono con la mano libre.
—Un segundo —responde a Alex que le espera abajo en el coche.Se voltea cuando es interceptada por el cuerpo de Richard.— ¿Aretes?, vas en serio, pero sigo creyendo que debes descansar —informa sin apartarse pero ella lo rodea.—Voy a una cita, no a un campo de batalla, ahora sé un buen esclavo y sube la cremallera del vestido, por favor —ella se pones de espaldas a él y tira el pelo hacia el frente.La cremallera abierta deja ver la espalda desnuda de ella, por los huesos de su columna ajan lunares como piedras de un camino peligroso.— ¿En qué piensas? —pregunta ella por los segundos de silencio.—En que hasta ahora no había notado tu pequeña panza. —desliza el ziper lentamente— O puede que sí y se lo haya achacado a tantos dulces —termina de cerrar