Capítulo 55. Amante
Isabella despierta de forma lenta, sintiendo el calor y la suavidad de las sábanas a su alrededor. Al abrir los ojos, se da cuenta de que no está en la cama de Benedict. La sorpresa la invade. No recuerda en qué momento ella se quedó dormida, solo que habían estado en el sofá juntos y él le dijo que ella era su mujer y que como tal debía comportarse.
Isabella se muerde los labios mientras analiza mejor sus palabras. ¿Lo dijo solo porque había tenido sexo?
Se incorpora con cuidado, pero cuando gira el rostro hacia el otro lado de la cama, la encuentra vacía, pero desordenada. Benedict durmió de nuevo con ella.
—Señora, ¿puedo pasar? —pregunta una de las empleadas en la puerta. Es la que siempre la ayuda.
—Claro, adelante.
—Le traigo el desayuno. El señor Benedict me dio las indicaciones del doctor que debo seguir. Debe alimentarse muy bien para recuperarse rápido.
A Isabella le llama la atención un hombre trajeado en la puerta. Nunca antes lo había visto. La empleada se da cuenta de s