Capítulo 45 —Finalizar la licencia
Narrador:
Margot entró en la oficina de Desirée como lo hacía siempre: sin golpear, con paso firme y el gesto alerta, como si fuera a rescatarla de algo. Pero esta vez se detuvo en seco al verla con esa expresión.
Estaba sentada con la espalda recta, la mirada fija en la ventana, los dedos entrelazados sobre el escritorio. No había papeles abiertos, ni correo pendiente. Solo silencio. Y una decisión que ya no pesaba: se había vuelto concreta.
—¿Pasa algo? —preguntó Margot, acercándose despacio.
Desirée giró la cabeza hacia ella. Sus ojos no estaban llorosos, pero sí distintos. Serenos. Claros. Determinados.
—Me voy.
Margot frunció el ceño.
—¿De aquí?
—De todo esto —asintió ella, sin rodeos —De la Fundación. De esta ciudad. De esta historia que nunca quise protagonizar.
Margot la observó en silencio unos segundos. No intentó frenarla. No la juzgó.
—¿Estás segura?
—Más que nunca.
—¿Y qué vas a hacer?
—Volver a mi ciudad, a mi vida, a mi trabajo como fi