Capítulo 44 —Hueles a culpa
Narrador:
Cédric se dejó caer en el sillón como si llevara el peso del mundo encima. Apoyó los codos sobre las rodillas, hundió el rostro entre las manos y no dijo nada durante un largo rato. Adrien, desde la barra del minibar, preparó un café sin preguntar, como si supiera que eso era lo único que podía ofrecerle sin presionarlo.
—¿Margot? —preguntó Cédric, sin levantar la cabeza.
—Se fue temprano —respondió Adrien, dejando la taza sobre la mesa frente a él —Dijo que debía regresar con Desirée.
Cédric soltó una risa amarga.
—Sabe más de lo que aparenta.
—Mucho más. —Silencio. Adrien se sentó frente a él. Lo observó con atención, como si evaluara a un paciente que se niega a admitir la gravedad de sus heridas. —¿Vas a decirme qué ocurrió anoche? ¿O tengo que arrancártelo como si fuera una bala?
Cédric levantó la mirada por fin. Tenía los ojos enrojecidos, pero secos.
—Estuve con ella.
Adrien no se sorprendió. Solo asintió una vez, con lentitud.
—¿Y?
—Y fue