17. La calma
(Desde la perspectiva de Sheis)
Manera más insolita de habernos salvado es sin dudas todo lo que ahora nos ocurrió y lo que de paso acontencio.
Los lobos sobrevivientes de aquella manada nos ofrecieron a manos abiertas su ayuda pese a sus notables dudas porque deshacerse de aquel último vampiro contra el cual ellos no habían podido luchar había afianzado ahora una nueva relación entre nosotros aunque evidentemente yo no hice nada, pese a ello y aun así en vez de tratarnos como a simples desconocidos nos extendieron de forma abierta su total apoyo.
Gracias a ellos las heridas de Varyan se vieron tratadas y sanadas de manera tal que luego no tuviese complicaciones ya que al igual que a mí aquel vástago dejo con notable intención sus uñas clavadas en su piel para que este muriera lenta y dolorosamente de no poder lograr abiertamente su cometido.
El Damash el médico de los lycans en aquella manada la cual en aquel momento conocí su nombre, los Tirashs se encerró junto con Varyan y con los