Irina de manera astuta ha logrado saber llevar la situación con Andrei; entre cenas en lugares elegantes, bailes en sitios exclusivos, viajes a lugares excéntricos, Andrei se ha esforzado en hacer que ella se enamoré de él.
Unos cuantos golpes a la puerta hicieron que ella despertara, Irina estiró el cuerpo y lentamente abrió los ojos, llevó la mirada a su alrededor y luego se levantó.
«Otro día más en esta prisión de oro, ya veremos que tendrá planeado Andrei en este día, solo espero que no pierda la paciencia antes de que encuentre una salida», pensó colocando una bata sobre su cuerpo, se acercó a la puerta y abrió.
—Buenos días señora Andreyevna, el jefe espera en la mesa para que lo acompañe a tomar el desayuno —informó aquella mujer mayor.
—Gracias, iré lo más antes posible —respondió Irina y luego ajustó la puerta.
La nueva actitud de aquella mujer fue gracias a que Irina luego de una discusión que tuvo con ella, le pidió a Andrei que se encargara de hacer que ella no se ent