Pov Lilian

Alonso lo nota, claro que lo nota. Siempre lo nota.

Sus labios apenas se curvan, en esa media sonrisa —esa estúpida sonrisa—, alonso se detiene justo frente a mí colocando su mano en mi barbilla.

—Te ves… increíble, ma rebelle —dice al fin, bajando la voz hasta convertirla en un murmullo cargado de algo que no puedo —o no quiero— descifrar.

No hay lujuria desbordada en su mirada, solo una especie de orgullo silencioso, como si de verdad disfrutara verme así.

Y eso me desconcierta más que cualquier otra cosa que haya hecho.

No puedo dejar de pensar en ¿porque yo?, ¿Por qué cautive aun hombre así?

Con su cercanía me siento incluso más expuesta me cruzo de brazos para cubrirme, intentando fingir que sus palabras no me afectan.

—Ma rebelle quiero, que, aunque no lo admitas — dice con su aliento cálido chocando contra mi — para mi eres la persona más hermosa, en esta habitación.

Mi res