Anya salió con calma de la habitación, caminó por los pasillos de esta con tanto esmero que se preguntó en dónde demonios estaban las mujeres que daban la vida por su hombre, sin embargo, se quedó más tiesa que nunca al ver que esas mujeres se encontraban en una sala… su estancia en el harén.
—¿Ahora vamos a tener que compartirlo con ella? ¿Quién es? —preguntó una omega, y ella se recostó en la pared—. No la ha dejado salir…
—Su nombre es Anya, Dany —mencionó Nicky—. Es la favorita de nuestro señor… su alma gemela.
—¿Está viva? —indagó otra chica—. Dios mío, ¿qué pasará con nosotras?
—Pues seguiremos igual —Nicky estaba calmada—. Soy la que tiene más tiempo y les aseguro que nada cambiará.
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