Cap. 242: Una esposa fugitiva. Un abogado prohíbido.
Cap. 53: Haría cualquier cosa por ella… hasta entregar mi vida.
La avioneta aterrizó poco antes del amanecer. Nueva York dormía bajo una bruma espesa, como si el cielo también estuviera en pausa, conteniendo la respiración.
Axel descendió primero, con gesto alerta. La pista secundaria estaba despejada, y un convoy negro los aguardaba en posición. Sin decir palabra, los escoltas formaron un perímetro, ayudando a Aria y Lucrecia a subir al vehículo blindado que los conduciría hasta la casa segura, ubicada en un barrio residencial del Upper State, lejos del bullicio y las cámaras.
Treinta y cinco minutos después, las ruedas del SUV crujieron sobre la grava del camino privado. La casa de seguridad era una construcción sólida, discreta, con ventanas reforzadas y sistemas de vigilancia activados. Apenas el auto se detuvo, la puerta principal se abrió.
Logan Montgomery apareció en el umbral.
Llevaba una chaqueta oscura, el cabello revuelto y los ojos rojos, como si no hubiera dormido en días