Cap. 226: Una esposa fugitiva. Un abogado prohibido.
Cap. 37: ¿Me reconoció?
Aria lo sintió antes de verlo. Esa punzada helada en la nuca. Esa vibración en el pecho que solo provocaba él. Richard.
Levantó la mirada. Estaba a unos metros, de pie junto a una de las columnas del salón, vestido con elegancia, con los ojos clavados en ella.
Su mirada la taladró.
El corazón de Aria se desbocó. Sus dedos temblaron sobre la copa que sostenía.
—Nos está mirando —susurró, apenas moviendo los labios.
Richard entrecerró los ojos.
«Ese maldito de Montgomery tiene suerte, esa mujer que está con él se ve bellísima» Caminó con discreción acercándose un poco más para verla de cerca. Arqueó una ceja: «Se me hace conocida»
Atraído por un imán invisible, empezó a caminar hacia ellos.
—Viene hacia acá —dijo Aria, tensa.
Axel, aún con su copa en la mano, mantuvo la calma.
—Sonríe.
—No puedo —murmuró, con la voz quebrada.
Y entonces actuó por instinto. Se giró hacia Axel y lo besó.
Axel apenas tuvo tiempo de reaccionar, pero cuando lo hizo, su respuesta fu