Logan se acercó sin apartar la mirada de ella. Le tomó el velo con ambas manos y lo deslizó hacia atrás con lentitud, revelando ese rostro que conocía incluso con los ojos cerrados.

—¿Así que todo lo del árabe era un show? —preguntó, la mandíbula apretada, los ojos encendidos—. ¿Me estabas poniendo a prueba?

April se encogió de hombros con una sonrisa traviesa.

—Quería que sufrieras… aunque fuera un poco de lo que yo sufrí. Todas esas noches imaginándote con Megan. Mientras yo me desvelaba sola.

Logan soltó una carcajada baja, llena de ironía y algo de culpa.

—No fue como tú te lo imaginaste. Lo sabes.

April ladeó la cabeza, mirándolo a los ojos con intensidad.

—¿Y me reconociste? ¿O pensabas dejarme por una mujer árabe con muchos camellos?

Él sonrió de medio lado, su voz se volvió grave y seductora.

—Sabes que te conozco a la perfección. Cada centímetro de tu cuerpo. Y tu voz… aunque trataste de fingir ese acento, estuve a punto de soltar una carcajada. Y ese baile… no sabía que habí