Cap. 150: Todo tuyo. Completo. Sin cláusulas, sin límites.
Logan dio un paso hacia atrás como si acabaran de darle un puñetazo en el estómago.
—No. No puede ser. Nadie se lleva a mi mujer así como así. ¡Voy a buscar a ese maldito al hotel!
—Tampoco voy a permitir que mi hijo nazca en un harén en Arabia —gruñó Nathan—. ¡Vamos!
Salieron disparados cada uno en su auto. Minutos después, irrumpían en la recepción del Four Seasons, con los trajes desalineados y el orgullo en llamas.
—¿Zayn al-Malik? —espetó Logan al recepcionista—. ¿Está en su suite?
—Lo siento, señores —dijo la mujer tras el mostrador, con una sonrisa profesional—. El señor al-Malik aún no ha llegado. Tenía previsto llegar a las nueve en punto.
Ambos se congelaron. Logan sacó el móvil. Marcó con dedos torpes. Al tercer tono, April respondió.
—¿Dónde demonios estás y con quién? —espetó él, sin respirar.
—¡No me alces la voz, imbécil! —replicó April, con tono frío—. Estoy en la oficina, trabajando. Como una profesional.
Y le colgó.
Nathan ya tenía el celular en la oreja.
—Te exijo