Pov Christopher
«No quiero estar aquí papi, por favor ven a buscarme»
Las palabras de Mateo me torturan como si fueran torturas de mafia; dolorosas, profundas y hasta agonizante. Siento como mi corazón se estruja, como mi alma duele y mis sentidos se deprimen. Las ansias de agarrar a Aniela y ahorcarla hasta que se quede sin aliento no deja de pesar por mi mente. No, no sabía que amaba tanto a mi hijo hasta este momento. Sus ojos verdes vienen a mis recuerdos y un nudo espeso se forma en mi garganta.
Saco mi celular de inmediato bajo los ojos de Ryan que me miran entre una mezcla de confusión y otra de desesperación y marco el número de la madre de mi hijo, (si esa cosa se le puede llamar madre). Contesta al primer repique como si estuviera esperando mi llamada.
—Veo que decidiste lo correcto —me dice y el asco se atasca en mi garganta.
—Tengo la pruebas, las pruebas para demostrar que hiciste fraude en mi empresa. En estos momentos las autoridades te están buscando por cielo, ma