Marbella escuchó el llanto de la niña, estaba por ir a ella, cuando se detuvo horrorizada, sus ojos se ensancharon.
—Es… ¡Lugh! —exclamó
Marbella estuvo a punto de desmayarse, pero Duncan la detuvo, la alejó.
—Quizás sé bajo su presión arterial, Chloe ve por los niños.
Chloe corrió por los niños.
Lugh no dejaba de ver a la pequeña.
«Es tan dulce, me recuerda a alguien, pero, ¿a quién?», pensó
Luego ella vino a su mente
«Marbella era así de dulce cuando era una niña», pensó
—¡Magnolia, Clyde! Vengan ahora mismo, su mami los busca.
La mujer miró al hombre.
—Yo… lo siento, tropezamos.
—¡Yo quiero jugo, nana!
Lugh fue de inmediato a la máquina de dulces, compró dos jugos y los trajo, le dio una botella a cada niña.
—¡Jugo! —exclamaron los niños al unísono.
—Gracias, caballero. Vamos, niños, mamá nos espera.
Lugh los siguió con la mirada, Clyde y Magnolia se giraron a mirarle y le dijeron adiós hondeando sus manos, Lugh no pudo evitar sonreír.
«Si hubiese tenido hijos con M