Cuando Anya volvió al departamento, pensó en lo que le dijo Betty.
«¿Aún seguimos casados?»
«Emerson, ¿qué quieres de mí?», pensó.
Puso a la niña en la cuna, estaba dormidita, cuando Denver entró.
—Hola, Anya, hay un favor que quiero pedirte.
Anya mirò al hombre con intriga
—¿Qué pasa?
—Quiero que mañana me acompañes a la fiesta de aniversario de la Compañía Carrigan-Smith, quiero enfrentar a todos, y decirles que he venido por lo que por derecho es mío.
Anya asintió, estaba angustiada, eso solo significaría volver a ver a Emerson. Luego recordó que èl estaba fuera del país.
«Emerson no volverá aún, seguro me busca. Puedo ir y ayudar a Denver, èl me ha ayudado mucho. De todos modos, pronto debo enfrentar a Emerson»
«Me debe dar el divorcio, y ya veremos qué haré sobre mi hija», pensó.
—Está bien, Denver, te acompañaré.
***
Al día siguiente.
Por la mañana, Emerson llegó a Chicago, Hank lo estaba esperando.
Sonrió al verlo.
—Lamento que esto no haya sido como lo esperaba