POV : Tatiana
El aire de la oficina de Axel todavía olía a rabia y desesperación cuando cerré la puerta tras de mí. Apoyé la espalda contra la madera y cerré los ojos por un instante, tratando de contener el temblor en mis manos.
No podía dejar que él lo notara. No podía permitirme mostrar debilidad ahora.
Axel estaba destrozado. Lo vi en sus ojos, en la manera en que su voz se quebró cuando mencionó a Carolina. El amor que sentía por ella a lo consumía, y yo… yo era solo la sombra de una mujer que nunca podría reemplazar.
Pero tenía que seguir adelante. No había vuelta atrás.
Caminé por el pasillo con paso firme, a pesar de que en mi interior todo era un torbellino de miedo y ansiedad. Me repetí que todo estaba bajo control, que nadie podía relacionarme con lo que le había sucedido a Carolina.
Y, sin embargo, la duda seguía ahí, clavándose como una espina en mi pecho.
Cuando llegué a mi habitación , me dejé caer en la cama, sintiendo que el peso del mundo descansaba sobre mis hombr