POV: Carolina Langfort
Lo supe desde el principio.
Desde esa primera mirada que no sabía explicar, desde esos silencios en los que mi alma gritaba mientras mi mente callaba. Siempre lo supe. Solo que no quería aceptarlo. No podía. Pero ahora, frente a todos, ya no había forma de escapar de la verdad.
—Lo sabía… —mi voz se quebró mientras las lágrimas se acumulaban sin permiso en mis ojos—. Sabía que mentías, Axel.
Él dio un paso hacia mí, como si mis palabras no fueran suficientes para mantenerlo alejado. Su mirada se llenó de desesperación, pero para mí ya era tarde.
—Carolina, por favor… puedo explicarte —rogó, alzando la voz con una mezcla de súplica y miedo—. Solo tienes que escucharme…
Quise taparme los oídos. Gritar. Desaparecer. No quería escucharlo más.
Fue entonces cuando su madre, Amanda, se acercó a él. Su rostro, normalmente tan compuesto, estaba desfigurado por la decepción.
—¿Axel… entonces es verdad? ¿Hiciste todo eso? ¿Cómo pudiste llegar tan lejos? —sus ojos se llenar