Cap. 90: El amor no tiene edad.
CAPÍTULO 7: El candidato equivocado.
Verónica entró a la casa como un torbellino, dejando la puerta abierta tras de sí, su voz retumbó por todo el lugar.
—¡Stella! ¡Stella, ven aquí ahora mismo! —gritó, furiosa.
Stella apareció al pie de las escaleras con un dedo sobre los labios, visiblemente alarmada.
—¡Verónica, no grites! Vas a despertar a los bebés y a Emily que se durmió con ellos. ¿Qué te pasa? —susurró apresuradamente, mirando hacia las habitaciones del piso superior.
Verónica, haciendo un esfuerzo por controlar su tono, avanzó con pasos firmes hacia ella.
—¿Qué me pasa? ¡Me pasa que sé perfectamente que fuiste tú, Stella Hampton, quien hizo que le pincharan las llantas al auto de Alexander! —acotó en un murmullo tenso, aunque no menos acusador.
Stella frunció el ceño, pero una pequeña sonrisa culpable apareció en sus labios.
—No sé de qué hablas —respondió, con un tono casi inocente, aunque desvió la mirada rápidamente.
—¡Stella! —insistió Verónica, cruzándose de brazos—. No