Cap. 18: Un beso natural.
Stella asintió, agradecida por su comprensión. El silencio entre ellos era cálido, y la cercanía física los envolvía. Sentados lado a lado, apenas se rozaban las rodillas, mientras el suave murmullo del agua creaba un momento íntimo y casi irreal.
Stella levantó la vista, encontrando los ojos de Mike. Había en ellos una intensidad tranquila que le hacía sentir segura, algo que la envolvía en una calidez que no había sentido en mucho tiempo.
—Gracias... —murmuró ella, en un susurro suave.
—¿Por qué? —preguntó Mike, esbozando una leve sonrisa.
—Por no presionarme... —respondió, sintiendo un nudo en la garganta—. Y por estar aquí.
Mike no respondió, pero su mirada lo decía todo. Lentamente, levantó una mano y la llevó a la mejilla de Stella, acariciando su piel con suavidad. Ella cerró los ojos al sentir su toque, dejándose envolver por esa caricia que calmaba su alma.
Cuando abrió los ojos de nuevo, él estaba más cerca, y sus labios apenas quedaban a unos centímetros. No había nada más