Cap. 100: El amor no tiene edad.
Cap.18: Aquí no ha pasado nada.
La casa estaba en completo silencio, salvo por el sonido constante de la lluvia golpeando las ventanas. Stella se levantó de la cama en silencio, con cuidado de no despertar a Mike, caminó descalza por el pasillo, deteniéndose frente a la cuna de cada uno para asegurarse de que respiraban con calma. Sus pequeños movimientos y sus rostros tranquilos la hicieron sonreír, pero la sensación de angustia no desapareció.
Con un suspiro, se dirigió hacia la ventana del salón, apartando ligeramente la cortina para mirar hacia el exterior. La lluvia caía con fuerza, cubriendo todo con una bruma que hacía casi imposible ver más allá del jardín. Tenía en su mano su teléfono y marcó nuevamente el número de Verónica, pero como las veces anteriores, no hubo respuesta.
—¿Dónde estás? —murmuró en voz baja, su preocupación crecía con cada minuto que pasaba.
De repente, sintió unas manos firmes rodearla desde atrás, atrapándola en un abrazo cálido y familiar. Stella se so