Además de justificar mi ausencia, también le informé a Emma que por fin tendríamos la cena con nuestros padres y le entregué la tarjeta para sus gastos, debió pasarla terrible en estos días. No volveré a hacer algo como eso.
La dejé en su pastelería y me marché, pasaría por ella más tarde para cenar con nuestros padres.
Quería que fuera algo especial para ella, así que en lugar de ir a la oficina me fui a una joyería, tenía que comprar un anillo de compromiso para Emma, tal vez no era el oficial para nuestra fiesta de compromiso, porque casi estaba seguro de que su madre dirá que habrá una.
Este anillo era sólo para que sus padres aceptaran que me casaría con ella, tenía que ganar su aprobación, aunque no sería muy difícil.
Estando en la joyería, divisé varios pares de anillos, todos muy bonitos y de alta calidad.
-Buenos días señor. ¿Puedo apoyarlo en algo?
-Si, señorita... Sería tan amable de mostrarme algunos anillos de compromiso...
-¿Adam?
Una dulce voz pronunció mi nombre m