-Vaya... Tú y Joseph parecen adorar a Emma...

-La señorita Emma se lo ha ganado, no ha hecho nada extraordinario para ganárselo, es verdad, pero su sola presencia es luz y paz...

Con eso basta para quererla...

En fin, iré a hacerme cargo de lo que me pidió. Con su permiso señor Keller.

Y mi asistente se marchó con mis órdenes, pasó una semana, dos semanas, no hubo respuesta por parte de Nath, se supone que sólo esperaría una semana, esperé un par de semanas más y otra más, jamás respondió la carta.

Me sentí derrotado, pero entendía, ella ya tenía una vida.

Una en dónde no había lugar para mí.

Me sorprendía un poco mi capacidad para resignarme, tal vez en el fondo ya había comenzado a olvidarla, no lo sé, mi mente y mi corazón son un verdadero desastre en este momento.

Finalmente decidí buscar a Emma, mi pecho se apretaba al saber que a partir de ahora no habría marcha atrás, me comprometería y casaría con Emma y pasaría el resto de mi vida con ella, con ella y no con Nath.

Po