Capítulo 52
Santiago estaba en la sala, esperando con una copa de whisky en la mano, Cuando Adriana entro por la puerta llorando después del rechazo de Luciano.
El se levantó enojado de su silla y fue directo hacia ella. Sin decir una palabra, la agarró del brazo con fuerza y la llevó a la habitación. Cerró la puerta de un portazo y la empujó sobre la cama.
—¡Dime la verdad! —gritó, con los ojos llenos de rabia—. ¡Ese bebé no es mío! ¡Dímelo!
Adriana respiraba agitada, pero no parecía asustada. Se sentó en el borde de la cama y lo miró directo a los ojos.
—¿Quieres la verdad? —preguntó, con una sonrisa cínica —. Lo que más deseo… es que este hijo sea de Luciano. Él sí es un hombre.
Santiago no lo soporto, Le dio una cachetada fuerte. El golpe sonó en el cuarto. Adriana no lloró, pero el rostro se le sonrojo de la rabia
—Cállate —dijo él—. Esto no se trata de lo que deseas, Vamos a hacer algo juntos, y vas a seguir mi plan.
—¿Qué estás diciendo?
—Una alianza, los dos queremos separarl