Capítulo 65. La justicia siempre llega.

Asustada Aimé iba a levantarse, pero Ader no la dejó ir, la giró dejándola debajo de él, la abrazó apretándola con fuerza.

—No huyas de mí, por favor —le susurró al oído con voz ronca, ella sintió su cuerpo estremecerse con una especie de corriente eléctrica.

—Yo… no quiero…—susurró con voz entrecortada.

Él tomó su rostro y se quedó viéndolo fijamente como si estuviera tratando de comprobar la veracidad de sus palabras, Aimé se sintió nerviosa quiso bajar su mirada, pero él no lo permitió.

—Dime que no te importo, que ni siquiera te gusto y me alejo de ti —pronunció, mirándola fijamente a los ojos.

Aimé, lo observó fijamente, ella se perdió en esos ojos azules tan intensos como el océano y en ese momento supo que no podía mentirle. Ader era el hombre que había amado siempre, y nunca había podido olvidar.

En las noches de angustia cuando los abusos de Youssef eran insoportables, cerraba los ojos y pensaba en los momentos felices con Ader, y solo así podía soportar que la tocara, qu
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo