Me quedo completamente congelada ante lo que veo, Arnold, se limpia la sangre que ha caído en su rompa con mucho asco y yo tensiono mi cuerpo ante la crueldad de su acto con la mujer que aunque lo amaba de forma tóxica, no merecía algo así.
— Sin duda, si quieres que las cosas salgan bien, debes encargarte tú mismo. — dice Arnold con desagrado.— Lo sentimos, señor Krick.— No quiero que me pidan disculpas, quiero que dejen de ser unos completos idiotas y que por fin hagan las cosas bien, maldita sea. — dice Arnold con molestia.El hombre que por breves momentos pensé que sería agradable, se acerca a mí y yo tiemblo, porque si fue capaz de tratar a una mujer así cuando tienen cinco años de historia, conmigo todo puede ser peor.‘Debes calmarte, Eva. Este hombre no es alguien con el que puedes lidiar fácilmente si lo haces enojar.’ Me