Lo reconozco, me causa malestar lo que estoy viendo y de cierta forma, me siento traicionada, pero, rápidamente me doy varias bofetadas mentales, porque no debo darle ese tipo de importancia a Arnold Krick.
‘Recuerda que quieres salir de su vida.’ Me digo mentalmente.Sé que es eso lo que quiero y que es lo mejor, pero, no me agrada en lo absoluto que me haya prometido hace poco una eternidad juntos y que después de eso se atreviera a besar a otra mujer delante de mí, eso es malditamente molesto.— ¿Por qué me dejaste, Krick? ¿Por qué me hiciste algo tan terrible dejándome en el altar? ¿Acaso no te importa que tu mujer haya quedado en ridículo? — pregunta Shelvy herida.— Sí, es verdad.— Oh, que bueno que hayas comprendido tu error. — dice ella recibiendo una nueva arma de uno de sus escoltas.— Es cierto que no me importa