De inmediato, recuerdo las palabras de Arnold cuando estuvo de acuerdo sobre salir y hacer lo que deseará con mi tiempo y porque no era buena idea visitar a mis compañeras de trabajo.
‘No, quizás estes paranoica por todo lo que ha sucedido desde que te hiciste parte de la vida violenta de Arnold. Es solo eso, no arruines tu cumpleaños.’ Me digo mentalmente.— ¿Qué deberíamos comprar primero? — pregunto caminando hacia las escaleras eléctricas.— Lo que desees. — dice Carolina agarrándome del brazo.— ¡Feliz cumpleaños, señora Eva! — dicen los chicos de este piso con muchas luces que nos dan una lluvia iluminada.— Oh… sin duda, necesito un pretendiente así. — dice Brianna.Las chicas disfrutan la tarde midiéndose todo tipo de ropa mientras yo las espero sentada y que me muestren a mí e