La piscina es llenada y los tres entramos a la sección de adultos para ver como el pequeño Niall juega con el agua, así como lo hace cuando están bañándolo. La imagen es tan maravillosa para mí que siento que aunque tenga un día terrible día, voy a recordar esta escena y sonreiré.
— ¿Te gusta el agua, hijo? — pregunta Arnold al pequeño que está muy concentrado en intentar beberse el agua.— Parece que disfruta más del agua que nuestra compañía. — digo disfrutando de su inocencia.— Eso es triste.— Te equivocas, lo que demuestra es que es un niño que está creciendo sanamente y que no tiene que estar alerta a su entorno porque alguien puede hacerle daño. — responde él y Arnold me sonríe.Hablamos de muchas cosas, comemos juntos e incluso se encarga de dormir a mi hijo para