Lo reconozco, este hombre tiene un poder de convencimiento lo suficientemente grande para hacerme dudar de lo que hace poco estaba convencida por defender. Pero la verdad es que no puedo ceder ante algo que evidentemente le va a hacer mucho daño a mi hijo.
— Tienes unos bonitos pensamientos, Arnold. Pero sigo pensando que lo mejor es que mi hijo no sea parte de esta violencia.— Entonces dejemos que él decida. De esa manera ninguno de los dos estará decidiendo por él. — dice Arnold cediendo finalmente.— ¿Qué acabas de decir? — pregunto sorprendida porque normalmente él no cede así de fácil.‘¿Por qué siento que me está dando un poco de consuelo porque pronto va a salir con alguna tontería?’ Me preguntó mentalmente.— Hagamos algo: como cada uno de nosotros tiene una expectativa sobre nuestro hijo, tenemos todo opc