Como me han dicho los chicos, soy llevada en contra de mi voluntad hacia una casa donde parece el pentágono porque tiene mucha seguridad, una que necesito burlar y escapar tan lejos como sea posible.
‘¿Qué debería hacer?’ me pregunto mentalmente.Es evidente que no puedo quedarme con Arnold, porque mi embarazo se notará cada vez más y él va a matarme o asesinará a su propio hijo y eso es algo que no puedo permitir. Por eso, no puedo quedarme de brazos cruzados esperando que la respuesta caiga del cielo.— Necesito ayuda, por favor, ayúdenme. — digo con dolor.— Lo siento, señora, pero, no podemos hacer algo al respecto.— ¿Acaso no se dan cuenta que me están acusando de algo que no he hecho.— Para nosotros la ley es el jefe, si él dice que es culpable, lo es, si no quiere que este a salvo así será. Seguimos