Seis semanas después
He podido descansar como corresponde, finalmente después de tanto estrés puedo quedarme en una casa donde nada me recuerda a mi esposo o todo lo que me hizo vivir. Bueno, aunque sigue insistiendo en querer verme y por ello, llena las redes sociales con mis fotografías y la palabra se busca.Eso me causa satisfacción, porque aunque es jefe de la mafia, no ha podido encontrarme. Solo espero que eso se mantenga por más tiempo, en especial ahora que mi vientre ya se ve y mi brillo ha sido recuperado.— Las cosas están saliendo muy bien, justo lo que necesito.— Buen día, pequeña, ¿Cómo dormiste hoy? — pregunta en un audio una de las vecinas que me encontré cuando salí a comprar la comida hace unas semanas.— Me encuentro bien, ahora iré al doctor.— ¿El bebé se encuentra bien?— Voy a hCelebro internamente porque tendré a mi pequeño para mí, una familia de dos: madre e hijo. Una chica que no tenía familia con quien refugiarse y ahora tiene alguien que es mitad mía, una mitad que me aferraré por hacer más grande para que no tenga problemas en un futuro por la maldad… de su padre.Salgo del consultorio con una nueva fotografía de mi bebé, una que no olvido como la última vez y me marcho hacia el área de fertilidad donde me encuentro a Gabriela llorando.— ¿Te encuentras bien? — pregunto preocupada.— Mi esposo es infértil. Es él quien tiene dificultad para tener hijos. — dice Gabriela llorando y yo la abrazo.— Hay tratamientos, no te desesperes, querida, cuando menos lo esperes, podrás tener muchos bebés. — le aseguro, pero ella solo llora durante varios minutos en los que no sé c&oacut
Reaccioné mucho antes de pensar sabiamente que era lo que tenía que realizar y eso me ha colocado en una sospecha que no puedo justificar. Pero, la verdad es que me ha costado mucho esta libertad y tranquilidad para perderla solamente porque una persona chismosa va a mandarle esa información a mi esposo.— No me importa a quien tenga que llamar, lo que sí necesito que entienda es que yo no soy esa persona que desapareció o murió y usted conocía. También debes tomar en cuenta que no te conozco y aunque seguramente debes tener una historia muy interesante, no puedo permitir que me haga conocer personas extrañas solamente porque cree que soy alguien que desapareció. Así que, deténgase.— Lo siento si la he incomodado.— Mi amiga está teniendo una discusión y yo estoy perdiendo el tiempo con usted, porque al parecer, tengo una clon en alguna parte del mundo
El miedo me recorre completamente, después de todo, esta mujer parece estar muy segura de que yo soy Eva Krick, porque es así como me reconocen todos los escoltas o personas que han trabajado con Arnold.‘Seguramente ya le dijo a Arnold que me encuentro aquí y en cualquier momento van a venir a capturarme.’ me digo mentalmente.Solo pensar en eso hace que me llene de pánico y por ello, me alejé de ella como si estuviera quemando mi piel solamente con su toque.— ¡Aléjese de mí! — grito angustiada mientras mentalmente me recuerdo una y otra vez que no debería causarle daño a mi hijo por algo que no puedo cambiar alterándome.— No se desespere, señora. Mi intención no es causarle daño.— Si es así, ¿Por qué sigue persiguiéndonos? Yo no tengo nada suyo y ya le dije que no soy la mujer que cree que soy,
Siendo sincera conmigo misma, no me agrada en lo absoluto tener que dejar una casa tan bonita y acogedora por una simple sospecha, pero sabiendo todo lo que podría perder por arriesgarme, lo mejor es prevenir que lamentar.‘Adiós, mi tranquila y acogedora casa, me marcho para estar en un lugar mejor y no porque no haya sido feliz viviendo contigo.’ Me digo mentalmente mientras observo como la casa se hace cada vez más pequeña a medida que me alejo de esta.Desde el taxi llamo a la señora que me alquiló la casa para informarle de que ya no voy a estar viviendo ahí, porque ante todo debo dejar en claro que me voy a marchar antes de tiempo para que no vea que abandonaba la casa solamente porque soy una persona sin responsabilidad.— Lamento llamar de un momento a otro, señora Fiorella pero se ha presentado un asunto en casa con mi esposo y por eso debo marcharme. — le digo recordando la
El pánico se apodera de mí y yo me digo mentalmente que haberme marchado fue la mejor decisión que pude tomar. Sin embargo, tengo demasiado miedo porque las personas que conocí en esta travesía pueden correr un peligro muy grande solo por conocerme.‘Debiste mantenerte alejada de cualquier persona.’ Me digo mentalmente.Se supone que nadie sería capaz de reconocerme porque Arnold ni siquiera lo hizo, además, no estoy tan cerca para encontrarme con algún conocido de mi aún esposo. Pero, es evidente que el poder de Arnold es muy grande que puede hacer esto.‘Lo bueno es que no es Arnold.’ Me digo mentalmente buscando todas las cosas positivas.El taxi me lleva a la carretera donde subo un bus y es así como me la paso durante al menos treinta horas donde voy subiendo a buses, trenes e incluso pequeños viajes comerciales que me llevan a otro país.Incluso
Meses despuésAfortunadamente, cada una de las medidas que he tomado me han dado la vida tranquila que necesito. Después del percance con la señora en el centro comercial nunca me he atrevido a visitar lugares muy concurridos para no contar con la misma suerte.Como lo planeé, me he estado moviendo constantemente aunque ahora resulta más complejo porque tengo un control con mi bebé y mi abdomen está demasiado grande para poder correr o escalar montañas altas en busca de una casa económica.A pesar de todo, tengo una vida tranquila y he disfrutado de mi bebé tanto como ha sido posible, cuando puedo salir, voy a comprar ropa y durante todo el día le digo lo mucho que lo amo hasta que me quedo dormida.Sin embargo, el tiempo pasa y mi fecha de parto se acerca cada vez más por lo que no puedo dormir sola. Además de eso, quiero tener a mi bebé en Estados Unidos y eso es a
La chica no me desagrada, no parece ser una mujer demasiado peligrosa aunque se nota que estuvo en el ejército. Es por ello que me siento un poco más tranquila, ya que, por mucho que quiera intentar mostrarme ruda, no puedo hacer mucho cuando tengo ocho meses de embarazo.‘Es sorprendente lo lejos que he llegado mudándome constantemente sin que Arnold pueda seguirme el rastro.’ Me digo mentalmente.— ¿Podrías recordarme tu nombre? — pregunto escribiendo en la libreta.— Mi nombre es Alondra. Serví en las fuerzas armadas aéreas durante cinco años, pero como le dije anteriormente por problemas de vista y otras dificultades, me ordenaron regresar a casa.— También necesito ayuda respecto a mi seguridad. Te lo diré porque no quiero que tengas sorpresas ante cualquier posible ataque. — digo pensando en ser sincera por primera vez, después de tantos me
Pero, aunque no puedo evitar que me cause malestar pensar en eso, no le doy importancia o relevancia que seguramente otra persona le daría, porque actuar como un imbécil fue algo que él decidió y yo acepté, por lo que no pienso mortificarme por las decisiones que otra persona tomó erróneamente.‘No te hará falta su amor, bebé. Yo tengo suficiente para que nunca te falte.’ Me digo mentalmente mientras acaricio mi vientre abultado.— ¿Es feliz teniendo un bebé sin la ayuda de su padre? — pregunta ella y yo no puedo evitar sonreír, es entonces que agarró la libreta y escribo:— Mi bebé no fue planeado pero sin duda ha sido muy amado. Aunque su padre no actuó de la manera que esperaba, si me dio las herramientas necesarias para poder sobrevivir sin que él estuviera presente.>> Ese tipo de acciones son las que tomar&eacut