Siendo sincera conmigo misma, no me agrada en lo absoluto tener que dejar una casa tan bonita y acogedora por una simple sospecha, pero sabiendo todo lo que podría perder por arriesgarme, lo mejor es prevenir que lamentar.
‘Adiós, mi tranquila y acogedora casa, me marcho para estar en un lugar mejor y no porque no haya sido feliz viviendo contigo.’ Me digo mentalmente mientras observo como la casa se hace cada vez más pequeña a medida que me alejo de esta.Desde el taxi llamo a la señora que me alquiló la casa para informarle de que ya no voy a estar viviendo ahí, porque ante todo debo dejar en claro que me voy a marchar antes de tiempo para que no vea que abandonaba la casa solamente porque soy una persona sin responsabilidad. — Lamento llamar de un momento a otro, señora Fiorella pero se ha presentado un asunto en casa con mi esposo y por eso debo marcharme. — le digo recordando la