El miedo me recorre completamente, después de todo, esta mujer parece estar muy segura de que yo soy Eva Krick, porque es así como me reconocen todos los escoltas o personas que han trabajado con Arnold.
‘Seguramente ya le dijo a Arnold que me encuentro aquí y en cualquier momento van a venir a capturarme.’ me digo mentalmente.Solo pensar en eso hace que me llene de pánico y por ello, me alejé de ella como si estuviera quemando mi piel solamente con su toque.— ¡Aléjese de mí! — grito angustiada mientras mentalmente me recuerdo una y otra vez que no debería causarle daño a mi hijo por algo que no puedo cambiar alterándome.— No se desespere, señora. Mi intención no es causarle daño.— Si es así, ¿Por qué sigue persiguiéndonos? Yo no tengo nada suyo y ya le dije que no soy la mujer que cree que soy,