Los paramédicos parece que cumplen con su palabra, porque tardamos mucho en llegar a nuestro destino y yo siento mucho miedo porque mi decisión le cause daño a mi bebé.
— Ayuden a mi hijo, no permitan que algo malo le suceda, se los suplico. — digo a los doctores.— ¿Cuántas semanas de embarazo tiene? ¿El sangrado durante cuánto tiempo se ha evidenciado? — pregunta uno de los doctores.Me hacen varias preguntas, yo respondo tanto como sea posible, hasta que imploro que mantenga oculta mi permanencia aquí. Evidentemente mi prioridad es que mi hijo se encuentra bien, pero también lo es que su padre nunca nos encuentre.Sobre todo, ahora que no tengo a Alondra cerca de mí para poder recibir su ayuda. Realmente era necesario tener más escoltas, esto es mi culpa por no tomarme en serio mi seguridad creyendo que él no me iba a reconocer como sucedió