Abigail sintió su cuerpo pesado, reconoció su casa cuando abrió los ojos, se lamentó por haber bebido tanto.
Al ponerse de pie un pequeño recuerdo vino a su cabeza, inmediatamente cerró los ojos sintiéndote error.
Aunque no recordaba mucho, la imagen de ella cerca de Rafael, prácticamente sobre él se apareció en su cabeza una y otra vez.
Comenzó a dar vueltas por el cuarto mientras que no dejaba de preguntarse ¿qué había hecho?
Sus recuerdos estaban borrosos al igual que su verguenza.
Lo único cierto era que su corazón todavía creía que Rafael era el hombre de su vida. No había terminado de asimilar que ese hombre que estaba ahora cerca de ella, no era el mismo del que se enamoró.
Salió un poco de recelo de la habitación, aún no recordaba mucho luego de beber de esa manera, y temía que tal vez lo fuera a encontrar en su casa.
Cuando vio a Max jugando con su hijo, sintió un alivio.
Aunque ahora estaba realmente confundida no sabía si todo lo que su cabeza le estaba mostrando era