Al escuchar esto, Aurelio respondió:
—Ahora la situación es diferente, del lado de Isabella...
Aurelio seguía hablando, pero Celeste recibió una llamada de Ulises.
Cambió la línea y Ulises fue directo al grano:
—Mamá dice que vengas a almorzar, tenemos visitas.
—No voy, ¿no te dije esta mañana cuando salí? —respondió Celeste.
—Es para una cita a ciegas —dijo Ulises.
Celeste:
—¡Entonces menos voy!
—Haz lo que quieras, solo te estoy avisando —dijo Ulises, y después preguntó:
—¿Cómo está Marisela?
—Se está recuperando bien, pero aún no despierta. Dicen que tiene residuos de medicamento en el cuerpo, hay que esperar a que se metabolice completamente —explicó Celeste.
—Además Eduardo transfirió a Marisela de hospital, ya no estoy en el Hospital San Gabriel, ahora estoy en el hospital privado Las Mercedes.
Ulises se enteró de todo. Celeste le dijo que colgaba y después siguió conversando con Aurelio.
—Hay que confrontar a Isabella y también atrapar al criminal, hay que prepararse para ambas