Él no creía haber dicho nada incorrecto, tampoco se arrepentía de haber dicho esas palabras, porque todo lo que había dicho era la verdad, y también lo que había querido decir varias veces antes.
Durante todo este tiempo había deseado excesivamente tener el control, quería echar completamente a la familia de Octavio del árbol genealógico de los Cárdenas, pero ahora... parecía que ya no le importaba tanto.
Por su ansia de poder, había perdido estrepitosamente en el amor. Su relación confusa con Isabella había terminado, y luego había comenzado con Marisela cargada de odio.
Pero se había enamorado de Marisela, la amaba sin poder liberarse de esa pasión, él mismo nunca había pensado que llegaría este día.
Odiaba mucho a Octavio, pero ahora él también era igual de miserable que Octavio, llevando en sus venas la misma sangre maloliente.
No podía renunciar al poder, así que había sido "obligado" a casarse.
Y después de casarse había sido infiel, superando con creces al original.
Si desde el